Actualmente vivimos en una sociedad que está rodeada y atrapada por todos los medios de comunicación. A veces nos basta con creer la pobre información que nos transmiten los mismos por distintas vías, ya sean redes sociales, en papel, en televisión... Además, no todas nos ofrecen los mismos medios para verificar si la noticia que quieren comunicar pueda llegar a ser verdadera o falsa. Sin ir más lejos tenemos el ejemplo de los periódicos digitales, dentro de los cuales (algunos de ellos) nos dejan vídeos y fotos dónde la información que aparece redactada demuestra ser verdadera.
En la clase de la semana pasada, realizamos una serie de dinámicas para que viésemos comos nos dejamos llevar por lo que nos dicen ciertas fuentes de hoy en día y de que manera nos engañan las apariencias. Una de las actividades la realizaron un par de mis compañeros; en ella, uno de ellos debía describir con palabras sueltas lo que veía en una imagen, mientras que el resto de voluntarios dibujaba lo que, más o menos, intuía a partir de las explicaciones. Otra de ellas seguía una estructura similar, dónde teníamos que decir que nos transmitían las portadas de unas revistas en función de las imágenes, colores, tipo de letra, etc. que éstas poseían.
Para acabar, todos dijimos un objeto que nos representase. Éste podía ser algo básico y sencillo o un tanto complejo. El objeto que he decidido asignarme es una pulsera del campamento al que voy desde pequeña. ¿Esto quiere decir que la llevo de recuerdo? Nada que ver, por eso hay que saber profundizar en dónde está la verdadera información y no dejarse llevar por lo que simplemente percibimos con nuestros sentidos en la primera impresión.
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